Todos sabemos que nadie se lee los términos generales de contratación cuando instalamos una aplicación o nos creamos un perfil. Es importante saber que al aceptar esas condiciones estamos “firmando” un contrato, según nuestro código civil los contratos tienen fuerza de ley entre las partes. En derecho Romano ya existía el aforismo “pacta sunt servanda» que quiere decir lo pactado obliga; recomiendo que para evitar sorpresas ojeemos estos contratos que “firmamos” al hacer click en la aceptación de esos términos y condiciones de contratación.

Nadie lee los términos generales de contratación, el ejemplo es que muchas compañías bromean poniendo a prueba a sus usuarios; redactan condiciones en las que se acepta ceder al hijo primogénito o en las que se obsequia con un coche a las primeras personas que las lean. Con respecto a la broma de ceder al hijo primogénito, que nadie se preocupe, esta cláusula es abusiva y conforme al artículo 83 de la Ley de Defensa de Consumidores y Usuarios toda cláusula abusiva será nula de pleno derecho y se tendrá por no puesta.

Debido a la falta de lectura de estos términos y condiciones por parte de los usuarios, las autoridades europeas han decidido hiperproteger al consumidor imponiéndo diversas sanciones a redes sociales como Facebook, últimamente la red de redes ha sufrido varias denuncias.

El principal problema radica en que constantemente, para satisfacer sus intereses, las compañías modifican a su antojo esas condiciones.Es el caso de Facebook el cual el año pasado decidió aplicar una cláusula en la que obligaba a todos sus usuarios a poner sus nombres y apellidos reales. Esta medida fue claramente contra todas aquellas personas que se identifican en la red por iniciales o seudónimos al estar preocupadas por su privacidad, preocupadas es un decir, porque de estarlo realmente dudo que tendrían un perfil en la red social, intimidad  y Facebook no maridan correctamente. En este caso la autoridad de protección de datos de Hamburgo salió al corte, evitando que se estableciera esta cláusula. En realidad solo lo contuvo por un tiempo, pues finalmente los tribunales dieron la razón al gigante americano. Las controversias entre autoridades de protección de datos y tribunales darían para redactar un largo tratado, por lo que no  entraré a valorar esta postura del tribunal.

Ya hemos hablado de cláusulas abusivas y a colación viene la decisión del Tribunal Superior de París, el cual declaró abusiva una cláusula de los términos generales de contratación de Facebook. En la mencionada cláusula decía que si un usuario quisiera emprender medidas legales contra la red social se aplicaría el fuero de California, concretamente el del tribunal del Distrito Norte de California.

Claramente es abusiva pues pretendía disuadir a los usuarios de emprender medidas legales, ningún internauta tiene por que estar informado que en derecho del consumo comúnmente el fuero aplicable es el del consumidor. Aunque tengo mis dudas si en Facebook se aplicaría el derecho de los consumidores ya que los usuarios de la red social somos el producto no el consumidor… pero eso ya es harina de otro costal.

Recientemente me sorprendió la noticia que leí en Facua, en la que otra vez en Alemania se declaraba ilegal la herramienta “buscar amigos” de Facebook. Mediante esta sentencia se intenta proteger a las personas no registradas en la red social pues se considera práctica de marketing engañoso no informar correctamente a los usuarios sobre la utilización de sus datos. La herramienta “buscar amigos” accedía a los
contactos y enviaba mensajes a todos los que no tuvieran cuenta en Facebook.

Que decir sobre las fotos que son subidas a Facebook o Instagram, solo voy a comentar que todas estas fotos son cedidas a  estas redes concediéndoles una licencia mundial, no exclusiva y gratuita para usar, modificar o distribuir.

Espero que este post haya servido para concienciar un poco a todos los usuarios de leer lo que  aceptamos al crearnos un perfil en redes sociales o al descargar aplicaciones en nuestros dispositivos.